Su hábitat natural es la oficina pero el alimentarse de rutina le ha permitido prosperar en casi cualquier ámbito. Se dice que es el responsable, entre otras cosas, de las planillas de cálculo, las industrias culturales, los revestimientos melamínicos imitación madera y la mensajería instantánea.
Los jueves por la tarde asiste a un taller de plástica y los viernes a otro de teatro.
N. del D.: Vale aclarar que el dibujo que ilustra esta entrada es una “recreación artística” ya que el demonio corbatero es invisible.