La imagen ampliamente difundida recientemente como la primera “foto” de un agujero negro es, al igual que las bestias marinas de los mapas antiguos, una representación, un objeto científico. Una imagen construida en base a información empírica, un cuerpo teoríco y la estética y la tecnología de un tiempo.
Ensayo de Surekha Davies en Aeon (en inglés)