Por causas que no sabríamos explicarnos, el tercer número de nuestra modesta pero persistente revista ilustrada ha demorado más de tres años en materializarse. Hoy por fin está alegremente entre nosotros.
En este número, la inigualable Carrara (ya marcando su diferencia desde la tapa) y este humilde servidor, caemos en algunos Lugares comunes. Como era de esperar, se respira cierto enrarecido aire de pandemia a lo largo de todo el ejemplarcito, sin embargo no encontrará, por citar una de tantas obviedades posibles, dibujo de barbijo alguno. Porque aunque caigamos sistemáticamente en lugares comunes, preferiremos siempre hacerlo de un modo más bien tirando a oblicuo.
La minúscula es, conviene recordarlo, una revistita ilustrada creada e impresa en nuestro taller, que circula de manera errática pero gratuita en el viejo, querido y maltrecho mundo físico. Si usted anda por nuestra ciudad de Rosario, haremos lo posible para que se tropiece con ella cuando menos se la espere1, pero si está leyendo estas lineas desde lugares menos comunes (para nosotros al menos), las probabilidades de que se tope con ella serán, debemos reconocerlo, relativamente escasas2, razón por la cual también hemos preparado, como de costumbre, un sucedáneo virtual que puede mirar, leer y descargar desde cualquier lugar ahora mismo pinchando aquí.
1) Usted podría simplificarnos mucho la tarea, yéndola a buscar, como quien no quiere la cosa, a alguna de las ferias en las que solemos participar.
2) En este caso, la mejor manera de acorralar al azar y acortar distancias, sería que se pidiera cualquiera de los libros de la tienda de nuestra editorial. De este modo se asegurará, además del libro en cuestión, algunas mínúsculas de las que siempre incluimos a manera de obsequio en nuestros envíos.