Muchas veces “ilustro” mis dibujos con algún breve texto. Aunque los he catalogado aquí bajo la etiqueta “textos ilustrados” sería mucho más apropiado llamarlos dibujos texturados ya que, a diferencia de las ilustraciones por encargo, aquí el texto siempre aparece como consecuencia del dibujo y está (más o menos) subordinado a él.
Los que siguen son los que me he atrevido a publicar en este blog pero debo confesarle que, en la intimidad de mis archivos y carpetas, muchas otras de las imágenes que aparecen silenciosas en este sitio también tienen algún que otro textito más o menos figurativo haciéndoles juego.
Este a la vez tosco y rebuscado retrato de un pulgar siniestro fue inspirado...
Se despertaba con el canto del gallo. Juntaba unas ramitas y prendía el...
Otra vez había llegado temprano. Otra vez tendría que esperar un buen rato...
Cantor de registro exquisito nacido en las barriadas pobres de la capital....
Al principio apenas si se le atrevía al chamamé y a algún valsecito criollo...
Famosa es la liebre copiada hasta el más mínimo detalle del natural por...
En un turbio boliche por los pagos del sur, de cuyo nombre no quiero...
Conocido también con el nombre de «Mosquito pluma fuente». Se alimenta, como...
«A lo largo de sus más de quinientas páginas, la galardonada autora...
Cada cien patas de pollo hay una que tiene la propiedad de conceder un deseo...
Pudo haber llegado a ser una colorida mariposa o, conociéndome, más...
Mucho se ha escrito sobre los animales que lograron adaptarse del medio...
La localidad de Abulia (856 hab.) es una de las tantas que no tienen fecha...
Hay una clase de bestias menores nacidas de los residuos de la creación, de...
Su hábitat natural es la oficina pero el alimentarse de rutina le ha...
Don Valerio se despierta todos los días exactamente a las 5:45 am. Pero no...
Sin desacreditar los dichos de Marco Polo según los cuales la grandeza del...
Rompe el hielo vaticinando qué planeamos cocinar ese día. A continuación nos...
No tenían nada en común, pero créame que cuando esos dos bailaban...
Y esa noche de verano Doña Eloisa, analfabeta de nacimiento, imaginó un meollo.